viernes, 18 de septiembre de 2015

¿Son importantes las normas para la educación de nuestros hijos?

Cuantas veces se habla de cómo inculcarles a los niños los valores  y las normas y sobretodo de cómo ponerles límites. Pero ¿Por qué son tan importantes?


Las normas y los hábitos así como el cumplimiento de las mismas traen como consecuencia el autocontrol y la autorganización, lo que supone que el niño se hace poco a poco responsable de su comportamiento. Además facilitan la adaptación e integración en los grupos, en los contextos en los que se interactúa y en la sociedad en general.
Cuando hablamos de normas en los niños, podemos organizarlas en una pirámide, estando en la base las más importantes, sin las cuales es difícil exigir o mantener las otras normas.

 




A la hora de poner las normas no basta con decírselas al niño y ya está, como recordaréis del post anterior, desobedecer el algo que se produce constantemente, y por tanto el cumplimiento de las normas es un aprendizaje que se tiene que ir mejorando cada día.
Por tanto, es importante tener en cuenta:
-          Las normas que ponemos necesariamente han de poder ser comprobables, es decir:
o   Cuando la norma es “has de hacer los deberes” pero luego no comprobamos si los ha hecho o no, si los ha hecho todos…
o   “Lávate las manos antes de comer” pero luego no comprobamos si lo ha hecho o no.
o   “No quiero que juegues con el ordenador  más de una hora” pero no hay ningún adulto en casa para supervisarlo.
o   “Como  te has  portado mal no ves tu serie favorita” pero se queda en casa de los abuelos y sí que la ve.
Ejercicio: Haz una lista de todas las normas que le has puesto a tu hijo con sus límites y sus consecuencias pero que luego no puedes comprobar si se llevan a término o no. 

-          Un exceso de normas puede ser perjudicial. Hemos de seleccionar las más importantes.

-          Se ha de explicar al niño el porqué de la norma, es decir, el valor que hay detrás de la misma. La diferencia entre enseñar y exigir la norma está en que el niño entienda y acepte el valor que hay detrás de ella.

-          Las normas es mejor plantearlas en positivo. Es más efectivo decir “cuando termines los deberes puedes salir” que “no sales hasta que termines los deberes”.

-          Hemos de tener en cuenta la de edad del niño, la situación personal o familiar a la hora de ponerla.

-          Podemos establecerlas conjuntamente con el niño. Aunque hay normas que no se discuten  y que son imperativos, como todas aquellas relacionadas con el respeto: Hablar correctamente, Respetar a las personas…

-          La norma ha de ser siempre la misma, no puede variar en función del momento, de cómo nos encontremos o de quien esté presente. Al igual que sucede con las consecuencias que derivan del no cumplimiento.
Si no ha respetado a su hermano y le ha pegado, se tiene que aplicar siempre la misma consecuencia, no puede por ejemplo de si estoy más enfadado o menos, más cansado o menos.

-          El incumplimiento de la norma siempre va acompañado de una consecuencia, ya que si el niño aprende que al saltarse una norma no sucede nada es más fácil que vuelva a saltársela en ocasiones futuras.

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